viernes, diciembre 07, 2007

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El Purple arranca en León con la mejor participación de toda su historia

Nuevamente se levantó el telón del festival Purple Weekend. Curiosamente, al ver a algunos asistentes asiduos, al echar un vistazo a los mercadillos, al pasar las portadas de los discos en el Hispánico, pareciera que la anterior edición terminó hace unos días. Y en realidad algo de eso había en la primera jornada de esta XIX edición, puesto que el ambiente que se forma es especial; se respira una atmósfera propia, como si entre los logotipos del festival, entre el escenario y las estanterías de los vinilos se formara un mundillo aparte, un mundillo de color púrpura presidido siempre por la música.

Al llegar al recinto del Hispánico la aglomeración de gente y los grandes camiones anuncian que todo está en marcha. Sin duda, este primer día del festival ha contado con mucho más apoyo que en años anteriores; comentaban desde la organización que, aunque aún no se ha hecho recuento de abonos vendidos, sí que se puede afirmar que las cifras superan de largo a las de ediciones precedentes. Y sí, para el primer concierto del Purple 2007 había muchos más espectadores. Y no dejaron de llegar durante las tres primeras actuaciones; algunos comentaban que, dado que el tiempo en León no permitía aterrizar aviones, alguno fue desviado a Valladolid, con el consiguiente trastorno para los que venían a presenciar esta primera jornada del festival. «Mientras lleguen a ver a Ian McLagan»..., comentaban quienes esperaban a sus colegas.

Una vez dentro del Hispánico el movimiento era continuo en los accesos al pabellón cubierto; además, la prohibición de fumar mantenía siempre a unos cuantos en el exterior.

Hay otros festivales también marcados por la música de los sesenta (aunque el Purple hace tiempo que dejó de ser sólo o principalmente de los sesenta), pero lo que se respira en el festival leonés es distinto, es único.

El público es variopinto. Hay gente muy joven y los hay que peinan abundantes canas, hay a quien no le falta detalle (peinados, parkas, motivos y adornos característicos) y también está el que gusta de un buen concierto y llega sin mayor preparación. Y sin embargo, tanto unos como otros resultan imprescindibles para conseguir la singularidad del Purple.

Chest abrieron el festival con mucha más gente que los grupos que tuvieron tal privilegio en anteriores ediciones. Así, con casi todo el espacio cubierto, el sonido resultaba francamente bueno. Ofrecieron un estupendo repertorio e incluyeron una versión del clásico 'Nadie te quiere ya' de Los Brincos, que fue muy bien recibido.

Tras ellos saltaron los británicos The Times, que dieron una verdadera lección de lo que es un grupo con ascendencia sixtie y con residencia en 2007. Enérgicos, explosivos, con muy buen repertorio y con el tremendo 'This is London' para comenzar. Ed Ball (canta, compositor y guitarrista) apareció con una negrísima peluca para tapar (sin demasiada preocupación) un cráneo más bien brillante... Es curioso que un grupo de tal calibre, una formación con tan extensa carrera y discografía apenas haya salido de los ambientes del revival mod. Afortunadamente siempre tendrán escenarios que, como el leonés, está dispuesto a reconocer el mérito independientemente de las cifras de discos vendidos.

El turno fue posteriormente para el gallego Deluxe, que llegó con muchas ganas y con muchas canciones nuevas bajo el brazo. Y finalmente, la estrella de la jornada, el veteranísimo Ian McLagan, que poco antes de comenzar comentaba que la primera vez que había tocado en España había sido como integrante del grupo de Bob Dylan.

La primera jornada resultó extraordinaria. Y la de hoy promete aun más.

Fuente: http://www.elmundo-lacronica.com/

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